Karina Milei ha sido una pieza clave en la campaña de La Libertad Avanza.
Pero El León -como lo llaman sus seguidores por su melena -un apodo que varios han aprovechado para vender camisetas son su figura- no creció solo.
Su única hermana, Karina Milei, un año y medio menor que él, es una figura central en su vida.
Apodada "El jefe" (en masculino), fue una pieza clave en el armado político que lo llevó a ganar la presidencia. "De no estar ella, no habría nada de todo esto", reconoce Milei.
El mandatario electo ha comparado el vínculo que los une con el del profeta más importante para el judaísmo, Moisés, y su hermano Aarón:
"Moisés era un gran líder, pero no un gran divulgador. Dios le mandó a Aarón para que se comunicara. Yo soy a Kari lo que Aarón es a Moisés".
Milei, que se define como católico, ha dicho que piensa en convertirse al judaísmo, y ha sido muy crítico con el papa Francisco, al que llamó "el representante del maligno en la Tierra" que "tiene afinidad por los comunistas asesinos".
Aunque en el mes que pasó entre la primera y la segunda vuelta del domingo moderó notablemente su discurso, declaraciones como la que hizo sobre el Papa son coherentes con el rechazo rotundo que ha manifestado contra el comunismo y el socialismo que, según dice, lo une a otros líderes de ultraderecha como el brasileño Jair Bolsonaro, el chileno José Antonio Kast, y el partido español Vox.
En la prensa, Milei ha sido comparado más de una vez con el expresidente de Estados Unidos Donald Trump.
En política internacional, ha reiterado que se alejará de China, país que ha invertido mucho en Argentina en los últimos años, y de su vecino Brasil, gobernado por el líder de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva.
“Si soy presidente, mis aliados son Estados Unidos e Israel”, ha indicado